Proximamente se lanzara a la venta Harry Potter. Sus fanaticos ya empezaron a reservar libros antes de su publicación. Se estima que rompera records de ventas.
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Aunque faltan dos meses para su publicación, la última entrega de la serie de aventuras de Harry Potter ya se vende con fuerza en Buenos Aires.
En los países de habla inglesa, apenas se dio a conocer la fecha en la que se pondría en venta Harry Potter and the Deathly Hallows el libro se ubicó entre los más vendidos.
En la Argentina, aunque no logró ese récord, el "Libro 7", como lo llaman habitualmente los fans, puede ser reservado desde hace poco más de un mes. De hecho, más de 2000 personas ya se acercaron a las dos librerías que se encargarán de su distribución en el país y así se aseguraron de tener el desenlace de la historia el día mismo del lanzamiento mundial.
El número puede considerarse elevado si se tienen en cuenta dos factores: que se trata de un libro en inglés y que su precio (108 pesos) lo convierte casi en un artículo de lujo.
Con números más modestos por el momento, la edición norteamericana —que será traída a la Argentina por Cúspide— ya tiene 250 reservas. Sin embargo, se muestran optimistas.
"Pese al precio, estimamos que venderá más de lo que se vendió el libro anterior", dijo Gonzalo Fasanella, asistente de marketing de Cúspide.
Por ese motivo, para esta ocasión decidieron importar 12.000 ejemplares, 3000 más que en el lanzamiento de la anterior entrega de la serie creada por la escritora británica JK Rowling.
Secreto estricto. El 21 de julio a la hora cero se podrán abrir las cajas con el libro más esperado por los seguidores del joven aprendiz de mago.
"La editorial Bloombsury [responsable de la edición británica] nos hizo firmar un contrato que nos prohíbe abrir las cajas hasta las hora cero del 21 de julio. El pedido que hicimos tuvo que ser múltiplo de 16, porque es el número de ejemplares por caja", manifestó Figliola.
En tanto, Cúspide se comprometió a no mostrar ningún ejemplar antes del primer minuto del 21 de julio. Además, la editorial norteamericana Scholastic decidió enviar las cajas por avión, de modo de retrasar lo más posible la entrega y evitar riesgos.
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La ilustración de la version Norteamericana
Fuente: La Nación